La verdad hoy me saco el sombrero a vos, te admiro. Te equivocaste y lo aceptaste, reconociste ese error que tuviste y encima tenes los ovarios suficientes para pedir perdon públicamente. Hoy te mereces todo mi respeto y admiración que hace un tiempo lo había perdido, estoy orgullosa de que hoy seas mi pastora. Estoy orgullosa de saber la mujer maravillosa que Dios puso en esta iglesia para que la guíe. La verdad que no justifico tu actitud anterior pero esta se merece toda mi respeto y admiración. No hay palabra que describa lo que siento, desearía ir a abrazarla y decirle la apoyo.
Y que ninguno se valla a levantar mientras ella este pidiendo disculpa por que lo cago a trompadas porque ella se esta humillando y se merece nuestro respeto ya que en la humillación luego hay bendición y mas si viene de la cabeza.
"De los errores se aprende ya que nadie es perfecto"